Candida auris: La amenaza oculta en los hospitales modernos

Candida auris es un hongo patógeno emergente que está atrayendo la atención mundial debido a su rápida propagación y resistencia a múltiples antifúngicos. Identificado por primera vez en Japón en 2009, este microorganismo ha sido responsable de infecciones graves en hospitales y centros de salud de todo el mundo. Este artículo explora las características de Candida auris, su impacto en la salud pública y las estrategias actuales para combatir su propagación.

¿Qué es Candida auris?

Candida auris es una levadura que puede causar infecciones graves, principalmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados. Lo que diferencia a C. auris de otras especies del mismo género es su capacidad de persistir en el entorno hospitalario, así como su resistencia a los antifúngicos convencionales.

Características del hongo

• Resistencia a antifúngicos: C. auris ha demostrado ser resistente a múltiples clases de antifúngicos, incluidos los azoles, las equinocandinas y los polienos, lo que dificulta su tratamiento.
• Sobrevivencia en superficies: A diferencia de otras especies de Candida, C. auris puede sobrevivir durante largos periodos en superficies inanimadas como camas de hospital y equipo médico, facilitando su transmisión.
• Dificultad en la identificación: A menudo, C. auris es mal identificada por los laboratorios debido a su similitud con otras especies de Candida, lo que retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

Mecanismos de transmisión

• Transmisión nosocomial: Las infecciones por C. auris se transmiten principalmente en entornos hospitalarios a través del contacto con superficies contaminadas o el contacto entre pacientes.
• Aislados multirresistentes: Las cepas de C. auris en muchos casos presentan resistencia a más de un tipo de antifúngico, lo que ha llevado a brotes de infecciones difíciles de controlar en hospitales.

Impacto en la salud pública

Las infecciones por Candida auris representan una amenaza significativa para la salud pública debido a su alta tasa de mortalidad y la dificultad para tratarla. En muchos casos, las infecciones invasivas, como la fungemia (infección de la sangre por hongos), pueden ocurrir en pacientes críticos, aumentando las complicaciones y prolongando las hospitalizaciones.

Afectación global

• Brotes en múltiples regiones: Desde su descubrimiento, C. auris se ha propagado a más de 30 países, incluidos Estados Unidos, España, India y Sudáfrica, entre otros. Su diseminación global es preocupante debido a los brotes que han tenido lugar en hospitales.
• Tasa de mortalidad: La mortalidad relacionada con las infecciones por C. auris varía entre el 30% y el 60%, especialmente en pacientes con enfermedades preexistentes. La gravedad de la infección depende en gran medida del estado inmunitario del paciente y la rapidez con la que se administre el tratamiento adecuado.
• Resistencia antifúngica: Los medicamentos tradicionales para tratar infecciones por hongos, como el fluconazol, tienen poca efectividad contra C. auris, lo que aumenta la necesidad de desarrollar nuevas terapias y protocolos de control.

Poblaciones vulnerables

• Pacientes inmunocomprometidos: Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, como los pacientes en cuidados intensivos, los que reciben quimioterapia o los que tienen dispositivos médicos insertados (como catéteres), son especialmente susceptibles a las infecciones graves por C. auris.
• Centros de atención a largo plazo: Las residencias de ancianos y otros centros de atención prolongada también son sitios de alta transmisión, debido a la proximidad entre pacientes y la dificultad para implementar controles de infecciones rigurosos.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de Candida auris es desafiante debido a la dificultad de su identificación en los laboratorios clínicos. A menudo, las técnicas convencionales no son capaces de diferenciar a C. auris de otras especies de Candida, lo que conlleva a tratamientos incorrectos o retardados.

Métodos diagnósticos

• Identificación molecular: Las pruebas moleculares, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), son actualmente la mejor opción para identificar con precisión Candida auris en muestras clínicas. Sin embargo, estas pruebas no siempre están disponibles en todos los laboratorios, especialmente en países en desarrollo.
• MALDI-TOF MS: El uso de espectrometría de masas MALDI-TOF ha mejorado la capacidad de los laboratorios para identificar a C. auris, aunque algunos sistemas pueden requerir ajustes en sus bases de datos para incluir correctamente esta especie.

Opciones de tratamiento

• Echinocandinas: Actualmente, las equinocandinas son la primera línea de tratamiento para las infecciones por C. auris, aunque también se han reportado casos de resistencia a este tipo de antifúngicos.
• Terapias combinadas: En casos de infecciones graves y multirresistentes, los médicos han recurrido a la combinación de diferentes antifúngicos para mejorar los resultados del tratamiento. Sin embargo, la evidencia sobre la efectividad de estas combinaciones sigue siendo limitada.
• Desarrollo de nuevos antifúngicos: Existe una necesidad urgente de desarrollar nuevos antifúngicos que sean efectivos contra C. auris. Algunas opciones en investigación incluyen los inhibidores de la síntesis de la pared celular y otros compuestos que afectan la integridad del hongo.

Prevención y control de infecciones

Dada la facilidad con la que Candida auris se propaga en hospitales y centros de salud, las estrategias de control de infecciones son fundamentales para prevenir brotes y proteger a los pacientes.

Estrategias de control en hospitales

• Higiene estricta: El lavado frecuente de manos y el uso de guantes y batas por parte del personal de salud son esenciales para prevenir la transmisión de C. auris. La higiene rigurosa de las superficies y equipos también es crucial.
• Aislamiento de pacientes infectados: Los pacientes infectados o colonizados por C. auris deben ser aislados de otros pacientes para evitar la diseminación del hongo. Esta medida es particularmente importante en unidades de cuidados intensivos y otras áreas críticas del hospital.
• Uso de desinfectantes adecuados: No todos los desinfectantes son efectivos contra C. auris. Es necesario utilizar productos que contengan cloro o peróxido de hidrógeno para eliminar el hongo de las superficies hospitalarias.

Programas de vigilancia

• Monitorización continua: Los hospitales deben implementar programas de vigilancia que incluyan la monitorización regular de infecciones por Candida auris. Esto puede ayudar a detectar rápidamente nuevos casos y tomar medidas para controlar su propagación.
• Colaboración internacional: Dado el alcance global de Candida auris, la colaboración entre diferentes países y organismos de salud es esencial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido pautas para el manejo y control de brotes de Candida auris, y continúan monitoreando su diseminación mundial.

Conclusiones y retos futuros

Candida auris representa uno de los mayores retos emergentes en el ámbito de las infecciones nosocomiales. Su capacidad para resistir a los antifúngicos y sobrevivir en entornos hospitalarios plantea una amenaza significativa para la salud pública. Aunque los avances en diagnóstico y tratamiento son prometedores, aún se necesita más investigación y colaboración global para controlar eficazmente la propagación de este patógeno.

El futuro del manejo de C. auris depende en gran medida de la capacidad de los sistemas de salud para implementar controles rigurosos, desarrollar nuevas terapias y mejorar la vigilancia a nivel mundial. A medida que crece la conciencia sobre este patógeno, la esperanza es que la humanidad pueda adelantarse a la próxima pandemia fúngica.